Tejedoras bajo el cielo es un lugar para compartir el amor por la tejeduría y los tapices, para intercambiar información, noticias y opiniones relacionadas con el arte de tejer, para urdir en esta otra red una red de tejedores y renovar el interés por esta forma de expresión artística. Las autoras que colaboran en este sitio adoptan los nombres de tejedoras míticas de distintas culturas y tradiciones.

Mitos y Leyendas

EL MITO DE ARACNE Aracne era una joven de la región de Lidia. Había nacido en una casa humilde, pero todo el mundo en Grecia la conocía gracias a su insuperable talento manejando del telar. Sus manos se movían con una precisión inusitada, dando forma a los hermosos motivos que brotaban de su imaginación. Consciente de su maestría, Aracne cometió la temeridad de proclamarse superior a los dioses en el arte de tejer.Estas palabras llegaron a oídos de la diosa Atenea, patrona de hilanderas y tejedoras, quien se enfadó enormemente, pues a los dioses no les gusta que un insignificante mortal se compare con ellos, y mucho menos que se declare superior (aunque lo sea, como en este caso). Atenea adoptó la forma de una anciana y se presentó en el taller de Aracne, dispuesta a hacer que se retractase. Pero la joven lidia se negó y además retó a un duelo de tapices a la mismísima diosa Atenea, estuviera donde estuviese. A Atenea no le quedó otro remedio que descubrir su auténtico rostro y aceptar el desafío.Una vez sentadas las contendientes frente a sus respectivos telares, la justa dio comienzo. Las manos de las dos se movían como centellas sobre los hilos. Atenea bordaba heroicas escenas protagonizadas por los dioses, mientras que Aracne, desafiante, escogía aquellos episodios en los cuales los habitantes del Olimpo se habían mostrado deshonestos o libidinosos.Llegó el momento de comparar ambas obras, y entonces quedó claro, incluso para Atenea, que el trabajo de Aracne era muy superior al suyo. La diosa montó en cólera y rasgó el lienzo de su rival. Después la golpeó en la frente. En verdad, el golpe no había sido demasiado fuerte, pero Aracne se asustó y, temiendo su venganza, buscó una soga y se ahorcó de la viga que cruzaba el techo del taller.


Arañas tejedoras
Cuenta una leyenda que Irunúu era un cazador Wayúu al que siempre le gustaba andar por enmedio de la selva. Un día se encontró una niña abandonada y sucia. Se la llevó a su casa y le dijo a sus tres hermanas que la asearan y enseñaran las tareas y trabajos que realizan cotidianamente las mujeres guajiras. Las hermanas se confabularon para maltratar a Waleker - así se llamaba la niña - incluso ni le daban comida. Pero no pasaba hambre, pues Irunúu muy placenteramente compartía su alimento con ella todas las noches cuando llegaba. Irunúu tenía gran curiosidad por descubrir quien realizaba las maravillas que día tras día se conseguía en su casa. Habían tejido un hermoso chinchorro, una manta que parecía de seda, y tejidos de formas variadas.

Un día ya de noche llegó más temprano que de costumbre, y sigilosamente, entró a su choza. Atraído por una desconocida fuerza, y sorprendido por la hermosura de la doncella descubrió que de su boca salían hilos que ella misma tejía y rápidamente convertía en coloridos tejidos. Fue acercándose mientras sentía una gran necesidad de abrazarla, cuando lo hizo la doncella desapareció y quedó convertida en la muchachita que él había encontrado en la selva.

Ella le rogó no decir el secreto a nadie aunque también se reservó una parte del secreto… (era hija de una araña). Irunúu sólo deseaba casarse con Waleker y los espíritus malignos se aprovecharon de él y le convencieron de revelar de dónde salían las bellas mantas. Irunúu le reveló el secreto. Y empeñado en casarse con Waleker al tratar nuevamente de abrazarla se convirtió en araña. Y en sus manos sólo quedó un ovillo de hilos…Waleker, la tejedora, hija de una araña, se perdió entre los árboles…

(Adaptación de Jupunatour.blogspot.com) Ixchel.